21/11/09

escepticisme optimista

El activismo no nos cura de la "necia sabiduría de la resignación" (Adorno). La esperanza no es ilusión sin conocimiento. Si tenemos derecho a seguir esperando es gracias a la conviccón de que los ideales de verdad y justicia tienen algún valor de explicación de la realidad y alguna viabilidad en este mundo; que la lógica de las cosas puede coincidir, al menos en parte, con la lógica de los valores. Un cínico es alguien que ha sustituido la esperanza por el conocimiento, mientras que un iluso es quien sustituye el conocimiento por la esperanza. Si existe algún motivo para, pese a todo, seguir esperando es porque no estamos condenados a elegir entre la ingenuidad y la resignación. Evitemos el dilema ruinoso entre una esperanza sin experiencia y un desencanto sin aspiraciones, como si no nos quedara más remedio que elegir entre estar ciego frente a las limitaciones o reprimir nuestros mejores deseos.